Reclaman salud en el Día de Acción por la Salud

La organización de mujeres Mumala, en el Congreso. Pidieron por la no intromisión de la Iglesia. Frente al Obelisco, militantes y organismos apoyaron la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal.

El reclamo por la legalización del aborto fue protagonista en los actos realizados ayer en el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. En la Ciudad de Buenos Aires, centenares de personas de todos los espacios políticos se citaron frente al Congreso y en el Obelisco con el objetivo de exigir que se apruebe la ley que terminará con la situación de clandestinidad que atraviesan unas 500 mil mujeres que interrumpen por año sus embarazos de forma voluntaria.

A partir de las 16, comenzó la convocatoria de las organizaciones de izquierda en el Congreso nacional. “Creemos que el debate está saldado, las encuestas reflejan que la mayor parte de la sociedad se muestra a favor de que se legalice el aborto y, ahora, sólo falta que el poder político deje de responder a las presiones y apruebe el proyecto de ley”, aseguró a este diario Manuela Castañeira, del colectivo Las Rojas. A unos metros, la organización montó unos enormes paneles que pedían por la “¡Separación de la Iglesia del Estado ya!” y se invitaba a los participantes a cortar los lazos que vinculaban a ambos sectores.

Vanina Biasi, integrante del Plenario de Trabajadoras, opinó que “en el debate de la salud de las mujeres, el aborto ocupa el lugar principal porque implica una superación del rol social disciplinado que no permite a la mujer elegir con libertad. La Iglesia somete psíquicamente a la mujer para que piense que no tiene derecho a decidir sobre su cuerpo; en cada misa de domingo les dicen que si abortan son asesinas. Se lo dicen a mujeres que abortan, que quedan con consecuencias permanentes o mutiladas por practicar la interrupción en el círculo clandestino. Son más de 100 mil mujeres las que quedan hospitalizadas por año”. En ese sentido –destacó–, “es urgente la sanción de una ley”.
El semáforo cortaba el tránsito de la avenida Entre Ríos, esquina Rivadavia. “Soberanía para poder decidir”, llevaba escrito en el pecho y a lo largo del brazo la joven que alzaba, junto a sus compañeras de Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala), una formación de carteles con el mensaje “Nuestro cuerpo, nuestro territorio”. Daniela Gasparini, vicepresidenta y única mujer en la dirección de la FUBA, señaló que para el espacio “ya es hora” de que se legalice la interrupción del embarazo, porque “el aborto clandestino es la principal causa de muerte materna en Argentina; penalizarlo no lo impide, y mientras tanto una mujer muere cada dos días”.
En tanto, los movimientos sociales, agrupaciones del arco kirchnerista y las fuerzas políticas que desde un espacio autónomo apoyan los logros del Gobierno, colmaron desde las 18 una de las plazoletas ubicadas frente al Obelisco. “Yo voto por el aborto legal”, decían los paraguas transparentes bajo los que cantaban referentes de la CTA, Nuevo Encuentro, Movimiento Evita, Federación de Tierra y Vivienda, Todas con Cristina y Suteba, entre otros.
Estela Díaz, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, destacó en diálogo con Página/12 que la legalización del aborto “es una causa común, trasversal a todo el espectro político y, por eso, es importante que se escuche también la voz de quienes están apoyando la ampliación de derechos desde el Frente para la Victoria. De hecho, unos 30 de los 50 diputados que firmaron el proyecto de ley son del campo oficialista. Entonces, si bien hay posiciones enfrentadas en su seno, mucha de la fuerza militante nacional y popular está apoyando esta lucha”.
“Es cierto que hay fuerzas reaccionarias, encabezadas por la Iglesia Católica, que tienen incidencia en la agenda política, pero este año se debe empezar a debatir en comisiones –opinó la histórica referente–. La Iglesia está en contra de todas las medidas de prevención del embarazo, tiene un reloj que atrasa en todos los sentidos y la verdad es que, en una Argentina que cada vez reconoce más derechos, esperamos que ese reloj quede arrinconado en su institución y que el Estado sea más laico y más democrático.”
“Sacá tus rosarios, de mis ovarios”, cantaron los convocados. Entre ellos, Victoria Tesoriero, de Católicas por el Derecho a Decidir, reafirmó el mensaje: “Se puede ser católica y feminista. Para la jerarquía, todo avance legal de las mujeres es irritante y tratará de obstaculizar primero su sanción y luego su aplicación, como hacen con el aborto no punible. Pero el aborto es una cuestión de justicia social y un problema de salud pública que no puede esperar”.
Texto: Rocío Magnani / imagem: divulgação 


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